10 usos para el vino picado
Un vino picado es la fruta podrida del cesto. A veces ocurre que la botella que acabamos de comprar está en mal estado o que, por el motivo que sea, no conservamos el vino abierto en las condiciones adecuadas y se echa a perder sin remedio. En ambos casos, el vino presenta un gusto y un olor avinagrado, que se debe a un ácido volátil que llevan todos los vinos y que aparece de manera natural durante la fermentación. Cuando nos encontramos con un caso así, la solución más fácil es tirar el vino, aunque, por increíble que parezca, si lo conservamos puede convertirse en un ingrediente más en nuestra cocina o parte del botiquín de primeros auxilios de cualquier casa. El vino picado resulta muy desagradable para ser bebido, pero esconde otros usos bastante útiles.
1. Úsalo para elaborar vinagre casero. Uno de los usos más típicos del vino en mal estado. Deja la botella abierta en un lugar fresco durante un mínimo de dos semanas y que la naturaleza siga su curso. Como resultado obtendrás un vinagre casero mucho más suave que el de compra, y sin aditivos.
2. Lava frutas y verduras. Debido a su contenido en alcohol, el vino picado resulta un excelente limpiador de frutas y verduras, pues elimina las impurezas de la superficie y mata patógenos bacterianos como la salmonella.
3. Cocina con él. Aunque es mejor hacerlo con vinos en buen estado, si no está muy pasado puedes usarlo para adobar carnes y elaborar salsas e incluso para aderezar ensaladas. Gracias a ello conseguirás realzar el sabor de los demás ingredientes.
4. Prepara una original gelatina. Con un poco de vino, azúcar y pectina líquida o láminas de gelatina sin sabor puedes elaborar una gelatina de vino para sorprender a tus comensales durante el postre. Para reducir un poco la acidez, añádele frutas en almíbar, que también endulzarán su sabor.
5. Utilízalo como limpia-cristales. Dejando de lado los usos culinarios, el vino picado resulta un excelente aliado a la hora de realizar la limpieza de nuestra casa. Mezcla un poco de vino con agua y mételo en un rociador para conseguir un limpia-cristales económico y eficaz. No te olvides de usar papel de periódico.
6. Elabora un potente quita-grasas. Gracias al grado de acidez que posee, el vino picado también sirve para quitar las manchas de grasa de nuestra cocina o eliminar el aceite en los suelos del garaje o de los vehículos.
7. Elimina las manchas de tinto. El vino blanco picado -reconocible por el color ambarino apagado y su sabor, que recuerda ligeramente a la cerveza-, resulta perfecto para eliminar manchas recientes de vino tinto.
8. Tiñe ropa de forma artesanal. Si sirve para quitar manchas, también sirve para crearlas, eso sí, de manera más artística. Resulta que el vino picado puede usarse para teñir telas y nos ofrece colores que no salen de la gamma de los burdeos, los malvas o los azules, dependiendo del tipo de vino picado que tengamos.
Para elaborar el tinte, calienta el vino en una olla lo suficientemente grande como para añadir después la prenda a teñir. Revuelve durante 10 minutos, enfría y tiende una vez enjuagada.
9. Conviértelo en máscara facial. De recetas va la cosa. Los antioxidantes del vino son buenos si se aplican directamente sobre la piel, pero para ello debemos preparar la mezcla adecuada. Coloca dos cucharadas soperas de vino y cuatro de miel en un recipiente y mézclalo. Después, aplícalo sobre la cara y el cuello, déjalo actuar durante 20 minutos y retira con agua tibia.
10. Cura moratones. Un antiguo remedio casero. Moja un poco de pan con vino y aplícalo en la zona del moratón. Los antioxidantes y los efectos antiinflamatorios del vino lo ayudarán a sanar más rápido.
Ahora ya sabes qué hacer con ese vino en mal estado que tan mal te dejó durante esa cena entre amigos: consérvalo. Puedes guardarlo en la misma botella o comprar algún recipiente de cerámica para que adopte un ligero toque terroso si lo usas para cocinar. Alíate con él y así conseguirás un líquido multiusos que te solucionará más de un problema y te sacará de más de un apuro.